Un reciente estudio del prestigioso Instituto de Física de Palombia «Gustav Ferdinand von Kelps», ha determinado que entre los materiales más elásticos se encentran varios de los derivados del petróleo. Pese a ello, el mismo estudio ha demostrado que de la aleación de dos metales: plata y plomo —quién lo creería— se logró producir en Colombia un material que ha resultado ser el rey de los sólidos deformables. No se trata de ningún polímero, se trata del político.
Yumbo, por supuesto, ha resultado ser una rica fuente del material. No sólo por la facilidad con que estos personajes pueden cambiar de partido sino además de posición, y la publicidad política, que aún pasadas las elecciones invade hasta el último rincón de la calle, es evidencia de ello.
Hace sólo unos días veíamos en un mismo pasacalles a Nancy Denise Castillo y Roberto Ortiz, dos personajes que hace cuatro años no se podían ver —como se acostumbra a decir— «ni en pintura», pese a que la sede política de la una estaba justo en frente de la del otro y habría sido impensable y absolutamente descabellado concebir semejante fórmula electoral. Él llegó a la Cámara de Representantes con su propio capital económico, con el capital social de sus «Chonticas» y con el capital político de Jorge Homero Giraldo de quien se empezó a apartar poco antes de ganar. Por su parte, ella, otrora emitía discursos de un fervor liberal que envidiarían los mismísimos liberales radicales de los años veinte pero que abandonó de la noche a la mañana cuando, coincidencialmente no sólo su esposo, Orlando Chicango, perdió la curul como concejal liberal de Cali sino que además su hijo, Andrés Chicango, ganó una como diputado del Partido de la U luego de su vergonzosa salida del Partido Liberal.
Por los lados de Cambio Radical, Abraham Jiménez, si bien nunca se ha comprometido a nada, sí se sirvió de su labor como Congresista para hacer su campaña, al menos esto le ha servido para abandonar la vieja costumbre de simplemente jactarse de ser yumbeño como si de verdad el hecho de serlo fuera una garantía para el elector y no una maldición.
Del Roy Barreras, candidato oficial del alcalde Murgueitio, hay poco qué decir, por ejemplo que ha militado en el Nuevo Liberalismo, en el Partido Liberal, en Cambio Radical y ahora en el Partido de la U. Que fue Uribista recalcitrante en la época de oro de Uribe y santista convicto actualmente, hizo campaña con el tema de la paz como nadie pero fue el primero en acusar de «apología al terrorismo» cuando Piedad Córdoba expuso su propio pellejo para conseguirla.
De Ana Cristina Paz, la otra candidata oficial del alcalde, no queda más que esperar que abandone, sino la curul, al menos las prácticas que utilizó para llegar a ella.
Y, por último, de Moisés Orozco, sólo cabe desear su pronta recuperación del vitíligo político que padece.
La elasticidad en física (si no se me ha olvidado el bachillerato) es la capacidad que tiene un objeto de ser deformado y recobrar su forma original después de ello. En la política, en cambio no se trata de objetos sino de sujetos y las deformaciones no siempre son reversibles.
El concho: Participar en política como alcalde es una clara falta disciplinaria, pero constreñir o inducir a alguien a hacerlo —independientemente de las intenciones— es un delito penal.
Marlium Jamir Pérez / Estudiante de sociología; Exparlamentario Nacional de Juventudes Liberales, miembro del colectivo Colombianos/as por la Paz, Exasambleísta Departamental de Juventudes Liberales del Valle del Cauca, miembro del Comité Ideológico de la Juventud Liberal Socialdemócrata (JLS).
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