sábado, 13 de agosto de 2011

La tostada siempre cae por el lado de la mantequilla


Publicado en: TodoSeSupo.com
Si -como dice Deleuze- el arte produce perceptos, la música afectos y la filosofía conceptos, entonces la política -especialmente la de Yumbo- pareciera estar plenamente dedicada a producir defectos. Y cualquier persona sensata sabe que no se trata de un esfuerzo por parecer pesimista.
Pese a que durante los últimos días se han estado resolviendo -¿o revolviendo?- algunos avales para un par de candidatos a la alcaldía, ello parece más un acto de embutir que de ajustar. El ambiente político produce más la impresión de que se están buscando avales para los candidatos y no candidatos para los avales, desconociendo de esta forma que, por lo menos desde la reforma política de 2003, el discurso facilista, simplista, reduccionista y muchas veces oportunista de que “los partidos están mandados a recoger” está mandado a recoger.
A la fecha pareciera que el liberalismo ha sido el mejor librado del río revuelto. Por su parte, el calentamiento de las pugnas internas por acuerdos incumplidos parecen derretir al Polo. Por otro sector (ya sabemos cuál) las dificultades de elegir a un sucesor afloran gracias a la evidente idealización que se padece tras la pérdida del patrón.
Sin embargo, habrá que reconocer que nada puede ser totalmente imperfecto pese a la apariencia desoladora y hostil del panorama. Por lo menos podremos garantizar con plena certeza que un error bastante recurrente del actual alcalde no se volverá a repetir: es seguro que no participará interviniendo en ninguna campaña y de hacerlo no será precisamente para impulsar.

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